La presente buena práctica se propone reinsertar el movimiento en el aula a través de una rutina de máximo 5 minutos, que debe estar compuesta por simples movimientos estilo Brain Gym, coordinación corporal y rítmica con la intención firme de preparar al alumnado para las tareas intelectuales del día, atendiendo primero su cuerpo (desde el espacio de regulación sinetésica y propioceptiva) y desarrollando una mejor adecuación a su entorno escolar (gerenciando su propia energía para que esta sea aprovechable en los procesos cognitivos y comedida en los momentos de esparcimiento).