Esta práctica se adoptó debido a que nos estamos enfrentando a un mundo de situaciones diversas y que de una u otra forma nos afectaba tanto a los profesores como estudiantes y a la comunidad en general. Debíamos hacer un cambio a favor de todos, trabajando nuestras propias emociones, ellas juegan un papel importante en nuestra forma de pensar y de comportarnos y eso incide en el rendimiento académico y personal maximizando nuestras posibilidades de supervivencia y éxito. Cada estudiante se identifica con una emoción, elabora su tarjeta de forma creativa después intercambiarán o donaran a través del Tarantín de las emociones .